Correr es saludable y la música también es saludable, correr y escuchar música es doblemente saludable. La música es un elemento esencial para muchas cosas y en el deporte lo mismo.
Un partido de Champion sin su himno o una final sin el We are the champions de Queen al terminar, sería raro. Lo mismo que una carrera sin el Born To Run de Bruce o el Thunderstruck de AC/DC sonando en salida.
Para la práctica deportiva es diferente, hay deportes donde es imprescindible; natación sincronizada, patinaje artístico, gimnasia artística o incluso spinning y pilates. En otros es un buen complemento para amenizar el entrenamiento o usarla como elemento motivador incluso trabajar por intensidades al ritmo de la música. Hablemos de ello, descartada la bicicleta por razones obvias, principalmente de seguridad y atención. Hay dos tipos de corredores; con y sin música para entrenar o incluso en carrera.
La soledad del corredor es la sensación de libertad que todo corredor siente cuando escucha sus zancadas golpear el suelo. Es idílico pero a veces no tenemos ganas de correr, la cabeza está saturada y necesitamos una chispa de gasolina para cumplir el entrenamiento o exigirnos un pelin más. Aquí podemos recurrir a esa música que nos inspira, disco motivador o simplemente a una información que nos ayude a mejorar cada día más.
Además podemos realizar nuestra jornada de running de manera más amenos recurriendo a la música. Así en función del ritmo de la música hacer cambios de velocidad más o menos prolongados. Al estilo de las clases grupales en los gimnasios.
En las tiradas largas para corredores de maratón o ultradistancia la música juega un papel importantísimo. Retrasa la sensación de fatiga, alarga nuestra motivación y despeja la mente. Evitando las temidas pájaras de cabeza.
Ojo siempre con la música a un volumen razonable que nos permita oír posibles peligros.
Quizás porque al correr, la mente se libera -es una de las maravillas de hacer running entre muchas otras-. Y escuchar música genera lo mismo, qué duda cabe. Son caminos seguros hacia la introspección. Combinarlos podría potenciarlos. Tal vez. Sea como fuera, lo cierto es que la música influye decididamente en el desempeño.
Lo demostró en 2013 el doctor Costas Karageorghis, de la Universidad inglesa de Brunel. Según su investigación (que le demandó 20 años) sobre los efectos de la música sobre el ejercicio escuchar música mientras se corre puede mejorar el rendimiento hasta en un 15%. A la misma conclusión llegó un estudio de Harvard. “La música es la droga legal de los atletas”, aseguró Karageorghis en su momento al diario inglés The Guardian.
Sin embargo, según parece, no toda la música causaría el mismo efecto estimulante. Es que una investigación australiana asegura que es cierto que la música puede mejorar el rendimiento, pero depende del estilo musical que se escuche. Así entonces, sostienen, mientras el pop lograría su cometido de incrementar la performance, la ópera obraría en sentido opuesto.
La música que escuchas mientras corres aumenta tu resistencia en carrera
El estudio australiano, concluye que la melodía que suena a través de tus audifonos influye cuando corres, pudiendo llegar a incrementar la resistencia hasta un 15%. Salir a correr escuchando la música ideal mientras das zancadas sobre las calles de tu ciudad se ha convertido en algo tan habitual que ya es hasta digno de estudio.
Y es que, según parece, la música o las canciones que escuchas influyen de manera directa en tu rendimiento cuando corres o realizas otro tipo de actividad deportiva. Así lo ha determinado una investigación made in Australia. Este pionero estudio aussie, que se prolongó durante cinco días, apunta al pop como el mejor estilo musical para escuchar si quieres mejorar tu marca personal cuando practicas running, seguido por el heavy metal y el rock.
Por otra parte, los estilos catalogados como más contraproducentes y que estarían ubicados en el lado oscuro, serían el reggae, la música clásica y la ópera. Usain Bolt, ¿detractor del reggae? Paradójicamente y mención aparte merece lo del reggae, un género musical cuyos primeros acordes pudieron escucharse a mediados de la década de los años 60 en Jamaica, cuna de los mejores velocistas del planeta.
Habría que preguntarle algún día a Usain Bolt si detesta el reggae de Bob Marley. De lo contrario, nunca hubiera batido tantos récords y, en definitiva, este estudio no se sostendría por ningún lado. Aunque los géneros o estilos musicales que escuchamos se deben principalmente a los gustos de cada uno y, por ende a cuestiones meramente subjetivas, es innegable que las canciones evocan una serie de sentimientos y recuerdos en las personas –extrapolado a este artículo, runners- y eso genera un impacto directo cuando realizamos deporte.
A grandes rasgos, el estudio afirma que el ritmo de lo que escuchas cobra una vital importancia cuando estás corriendo y, en la mayoría de las ocasiones, si coincide con tu estado anímico o se aproxima mucho es particularmente beneficioso para mejorar el rendimiento.
Por ejemplo, si mientras corres escuchas música clásica, eso hará que te relajes y te sientas muy tranquilo y, como consecuencia de ello, tu ritmo disminuirá cuando practicas running. Sin embargo, cuanto más rápida y acelerada sea la melodía que entra por tus oídos notarás menos cansancio, ya que tu cerebro estará más activo.
Es por ello que en la programación musical de Radio Runners, privilegiaremos los estilos pop, rock y heavy metal, así como la música electrónica, creando de esa manera una programación musical dinámica, que te recuerden a momentos importantes de tu vida, con la finalidad de motivarte mientras realizas la actividad física, para que nuestra programación influya positivamente y, de manera más directa en tu rendimiento.
Si además de melómano, a partir de ahora quieres sufrir menos cansancio en tus piernas e insuflar un poco más de aire a tus pulmones cuando corres, te invitamos a sintonizarnos en tu Apple Watch vía Tunein y aprieta el botón con la flechita que apunta hacia la derecha y, antes de terminar tu jornada de running habrás establecido un nuevo récord personal.